Todos los días me apresuro por llegar temprano al aula
de clases, debo llegar primero para tomar el mismo pupitre,
ese que esta justo debajo de la ventana, donde puede apreciar
el bello cielo aveces despejado y con colorantes del sol, u otras veces lleno de nubes pinceladas con un degradado entre rosa y naranja.
Y aunque en el día hace calor en la tarde comienza a refrescar,
despidiendo en sol para dar paso a la luna en una noche que se ilumina con los astros del cielo.
Lo que realmente me fascina es que puedo estar en medio
de una clase, pero al mismo tiempo puedo observar un lindo
paisaje en mi ventana.
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